El clima en el vino es un factor importante, así como el suelo, ambos proporcionan las características esenciales de cada tipología de vinos, su calidad y sabor. Por ello, no en todas las regiones del mundo podemos encontrar plantaciones de vides, puesto que el clima afecta a la vida de la vid.
Los cultivos para elaborar vino son posibles si existe unos 30-50º de latitud norte y entre unos 30-40º de latitud sur. Ahora bien, conozcamos más en profundidad cómo afecta el clima al vino.
¿Por qué afecta el clima en el vino?
Para poder crear un vino de calidad se necesita de una uva excepcional, para ello, debe ser clave el cultivo, el suelo, las cepas que se utilicen, etc. Todo ello sumado a un clima adecuado hará de las uvas un fruto bueno o excelente.
Las condiciones climatológicas para que la uva tenga una buena concentración, deben de ser con noches frías y días cálidos. Primaveras suaves y lluviosas, veranos cálidos… aunque sin exceso. El problema será las regiones que sufran de días muy cálidos en verano, tormentas de verano, heladas en mayo, entre otros, provoca un estrés en la planta afectando al sabor del vino.
Durante el proceso de maduración de la uva es cuando más afecta los cambios de clima, por ello, se necesita que no haya un sol excesivo, ni gran frío para conseguir que los racimos maduren bien. Al igual que la lluvia, un periodo suave hará que tengan una mayor concentración de glucosa.
Antes de la vendimia, las uvas se ven afectadas si existe lluvias excesivas, puesto que aguan el vino nuevo. Lo ideal para tener una buena cosecha son regiones templadas, con verano soleado, sin lluvias excesivas para poder aprovechar la época de la vendimia.
Tipos de vinos según el clima
El fruto de la vid es de los más sensibles a la hora de cambiar sus características con las diferentes alternativas climáticas que encontramos en España.
La influencia del clima al vino hace que se creen diferentes tipologías, en ocasiones podemos saborear vinos de un mismo tipo y año que pertenecen a diferentes DO, que elaborar vinos de una DO con mostos de diferentes añadas. Es muy complicado conseguir repetir vinos, puesto que, los vinos de cosechas diferentes tienen sabores diversos.
Vinos de climas fríos
Cuando hablamos de cómo afecta el clima en el vino de zonas frías y poco soleadas, vemos como esas cosechas cuentan con vinos más ácidos, menos intensidad de color y que necesitan de un gran trabajo por parte del enólogo de la bodega para conseguir tener una gran producción, prevenir enfermedades y controlar el exceso de agua en la planta.
Normalmente, los vinos de climas fríos suelen ser denominados, vinos de montaña. Destaca la gran diferencia entre las temperaturas del día y la noche, así como los veranos suaves y frescos con respecto a otras regiones.
Vinos de climas cálidos
Los vinos de climas cálidos destacan por su sabor intenso, contienen menos acidez que los fríos y a veces tienen mucho cuerpo y sabor. Los problemas que se pueden encontrar una bodega al elaborar vinos en climas de más calor es una gran sequía que destroce el cultivo, así como un exceso de sol en las partes verdes de la planta.
Podemos encontrar vinos de climas cálidos en zonas de España como Murcia, Cádiz o Huelva.
En definitiva, el clima en el vino afecta porque directamente repercute en la fabricación de la materia prima, la uva. Y por ende a la añada de los vinos españoles, por ello, cada año dependiendo de la climatología podremos obtener cosechas diferentes de vino en una bodega.